16 julio 2008

CAMBIO CLIMATICO

Los estudios que evidencian el cambio climático de nuestro planeta son cada día más numerosos. Uno de los últimos ha sido el llevado a cabo por científicos rusos y británicos que desveló un nuevo factor no contemplado por el Panel de Cambio Climático de la ONU, que podría acelerar todavía mucho más el calentamiento de la Tierra.

El estudio de los científicos Sergei Kirpotin de la Universidad Estatal de Tomsk y Judith Marquand de la de Oxford se centró en la tundra siberiana, una vasta región de un millón de kilómetros cuadrados equivalente a la superficie de Francia y España juntas. Hasta hace pocos años la tundra estaba permanentemente helada, sin embargo el incremento de temperatura de tres grados durante los últimos cuarenta años debido al cambio climático, ha provocado un derretimiento del hielo generalizado. Debido a eso, actualmente la tundra siberiana se ha convertido en una gigantesca superficie pantanosa.
Que los glaciares de todo el planeta se están deshelando es algo constatado e incluso ya está dejando de ser noticia, sin embargo las consecuencias de la fusión de los hielos en la tundra "pueden convertir en definitivamente irreversible el calentamiento del planeta", según han desvelado Kirpotin y Marquand. El problema radica en que bajo esta capa helada siberiana se encuentran atrapadas nada menos que 70.000 toneladas de metano que está empezando a liberarse a la atmósfera. El metano es un gas producido por la descomposición de la materia orgánica que existía en la tundra antes de que se helara, y que potencia el efecto invernadero hasta diez veces más que el dióxido de carbono. Por lo tanto, su presencia en la atmósfera agudizaría todavía más el calentamiento que sufre la Tierra.
El caso de la tundra siberiana es un ejemplo más, de cómo el cambio climático está entrando en un círculo vicioso de consecuencias imprevisibles: el aumento de las temperaturas provoca el derretimiento de los hielos, lo que produce la liberación del metano que potencia todavía más el efecto invernadero.
En el último siglo la temperatura global del planeta ha aumentado un grado centígrado y los datos que los científicos pronosticaron hace más de una década -incrementos de entre 1,4 y 5,8 ºC hasta el año 2.100- pueden quedarse muy cortos. Algunos investigadores incluso apuntan a la posibilidad de un derrumbamiento climático, es decir, una subida de las temperaturas muy por encima de la media esperada.

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